¿Cómo el otoño puede afectar a las enfermedades de la piel?
El sol y las temperaturas del verano consiguen que algunas patologías cutáneas como el acné, la dermatitis, la psoriasis o la xerosis, entre otras, mejoren. Sin embargo, el otoño e invierno producen el efecto contrario, provocando que empiecen a aparecer problemas cutáneos.
Con el cambio de estación la piel reduce las secreciones de sebo y la transpiración propiciando que se reseque y cuando eso sucede se ve comprometida su estructura y función protectora frente a las agresiones del exterior. Si la piel está sana, hidratada y perfectamente estructurada, los agentes que producen esas agresiones rebotan y no producen ningún daño en la dermis. Sin embargo, si la piel está dañada, como ocurre en las enfermedades anteriormente mencionadas, es más susceptible a que aparezcan problemas y consecuencias como picor e irritación.
Factores ambientales como la temperatura, humedad, precipitaciones o la radiación ultravioleta juegan un papel muy importante en la situación de la piel. La humedad y las bajas temperaturas pueden empeorar la dermatitis seborreica, la rosácea y la dermatitis atópica. La humedad puede tener múltiples efectos en la piel atópica. Una elevada humedad puede controlar la pérdida transepidérmica de agua en la piel con dermatitis atópica. Por otro lado, puede ocasionar un aumento de la sudoración, lo cual puede ser irritante y agravar la picazón que sufren estos pacientes. El frío y el viento pueden actuar facilitando la sequedad de la piel. La xerosis (piel seca) ocasiona picazón a la persona. Además, la polución también interviene en el deterioro de la función barrera de la piel.
"Las bajas temperaturas propias del otoño pueden empeorar la dermatitis seborreica, la rosácea y la dermatitis atópica".
¿Cómo podemos mantener la función protectora de la piel en óptimas condiciones y reducir la piazón? Es fundamental que los pacientes con estas patologías mantengan la piel muy hidratada aplicándose emolientes con propiedades antipruriginosas. Los emolientes proporcionan los ingredientes necesarios para reconstituir, reestructurar y calmar la piel, retrasan la evaporación del agua, estimulan de forma natural la producción de lípidos y alivian la picazón.
Para algunos pacientes el picor o picazón es muy molesto y necesitan una solución para dejar de rascarse. Algunas lociones contienen ingredientes calmantes como la calamina, la caléndula o el polidocanol. Otros ingredientes importantes son los humectantes que facilitan que no se pierda el agua y la glicerina que da muy buen resultado proporcionando suavidad a la piel y al tacto.
Los aceites ricos en omega 3 y omega 6, como el de aguacate, onagra o borraja también ayudarán a mejorar la hidratación de estas pieles y a recuperar la estructura que tienen dañada. Por último, es importante que las cremas hidratantes no contengan fragancias, parabenos ni siliconas ya que puedes tener reacciones alérgicas..
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